Bueno...que decir.
Lo dejamos en que era el momento de la verdad...en que os esperábamos a todos...en que era el primer match point de la temporada...pues en el primer match point, un set a 0.
Antes de empezar a comentar el partido, quería pedir disculpas a toda la gente que se desplazó hasta Sant Boi el sábado por la tarde. Se que es difícil, que todos tenemos muchas cosas que hacer, familia, trabajos, tareas, y que hay que hacer un esfuerzo para poder asistir a un partido de tercera regional, por esto, agradeceros vuestro apoyo y entrega.
Las sensaciones de la semana eran buenas, habíamos entrenado bien, con intensidad, con ganas. Se había hablado mucho del partido. Toda la plantilla quería ir convocada para un partido así, y por esas ganas, algunos de los compañeros que se quedaron sin convocar, podían estar dolidos.
Bajo mi punto de vista, es normal que un jugador que se queda sin convocar para un partido así esté enfadado o molesto, es señal de querer estar con el equipo, es de los partidos que gusta estar, pero la actitud es de querer estar en todos los partidos, no solo en los partidos bonitos, todos los partidos suponen 3 puntos.
Todos somos importantes, toda la plantilla, y si el triunfo llega, será gracias a todos, porque el equipo son 25 hombres que han de ir todos a una. Y si no lo conseguimos, será culpa de todos. Por eso el equipo tiene que estar más unido que nunca, por la ilusión de subir, de quedar Campeón.
Como decía, las sensaciones de la semana habían sido buenas. Incluso pensé en que ganar en ese campo no sería una idea descabellada, que lo íbamos a lograr.
Saltamos al campo convencidos de lo que teníamos que hacer, entre un gran ambiente.
Es cierto que noté al equipo encogido, tenso, pero pensé que era normal ante un partido así. Pronto notamos que su intensidad era mucho mayor que la nuestra. Mucha más fuerza, más músculo.
Empezamos a sufrir un par de ataques sin siquiera haber armado nuestro juego, y llegó los peores 5 minutos de la temporada.
Cabe decir que no tuvimos suerte, y influyó el arbitraje, pero un equipo campeón debe mantener la situación y el tiempo del partido en todo momento.
En el minuto 15 aprox. nos tiraron un corner cerrado a segundo palo, que remataron con todo. Y con todo quiere decir que entraron a muerte, incluso con falta en ataque, pero no la pitaron y el balón entró. Deberíamos haber defendido esa jugada con toda nuestra fuerza, y no lo hicimos, no estuvimos a la altura del partido.
En el 17' falta muy blandita que el arbitro pita por ser a favor del equipo local, bastante alejada por cierto y que nos la enchufan casi por la escuadra.
Intentamos sacarnos la presión e irnos arriba, y en el 19', pelotazo, que es lo único que han hecho los locales, y fuera de juego claro que no pita el colegiado y 3-0.
Un inciso en la crónica. Árbitro de Preferente, joven, Hector Robas Bondia, teóricamente un buena arbitro para un buen partido. Incluso Delegado federativo en el campo. Nos habían aleccionado para que no protestáramos, que le dejáramos actuar, que sacaría tarjetas a la mínima, que no se le complicaría el partido.
Pues será buen arbitro, pero lo será con linieres, porque los fuera de juego no los vio casi nunca bien, no estuvo seguro y se sintió tan solo que le pudo la presión local.(Incluso con comentario al final del encuentro de que en la jugada del gol tenía dudas porque había mirado la pelota, en lugar de mirar al hombre cuando se produce el pase, gesto técnico arbitral que dice mucho).
No enseñó amarillas al equipo local hasta la segunda mitad, y debían haber sancionado algunas en la primera, unas por duras, otras por cortar el juego insistentemente y otras por protestas tan efusivas que no eran simples comentarios hacia sus decisiones. Evidentemente que el arbitro no mete los goles, pero condicionó el partido con un arbitraje casero para no complicarse la vida. Arbitraje fácil para no ganarse enemigos y poder pasear por la calle de su barrio tranquilamente.
Buen arbitro, joven, de Preferente,
Hector Robas Bondia y que vive justo en el edificio de al lado del Municipal de Casablanca, no se hasta que punto es justo que pite un partido así. No se si fue teledirigido. Puede llegar a ser un buen arbitro y deseo que sea así, es un arbitro muy inteligente.
Pero no quiero excusarme con eso, no es de campeón, es de equipo perdedor, y el partido lo perdimos nosotros, nadie más.
Minuto 30 de partido, mazazo anímico, 3 ganchos en el mentón y noqueados.
Llegó lo que más me gustó de nosotros del partido, casi muertos, y antes de acabar la primera mitad, sufrimos un ataque de orgullo que nos hizo irnos para adelante. Como el moribundo que se agarra a un haz de luz débil y tenue, sabiéndose casi muerto, pero aferrandose con todas sus fuerzas. Tuvimos 3 ocasiones más o menos claras, que detuvo su portero, haciéndonos más daño todavía.
Conscientes que un gol antes de la primera mitad nos metía en la lucha por el partido, inatentamos darlo todo, y nos dieron la puñalada final, otro despeje que nos pillan muy adelantados, uno contra uno al portero, y cuarto gol.
Fin de la primera mitad.
Se esfumaba toda posibilidad de conseguir algo en el partido que no fuera una derrota humillante. Entre un gran ambiente de fútbol, nuestra cabeza estaba aturdida. Tengo la impresión de esas imágenes de la televisión cuando tienes un accidente. El oído y la vista no van sincronizados.
Después de intentar recuperar la calma y el aliento en la caseta, quisimos salir a dar la cara, a no ser un equipo cobarde, pero heridos de muerte, teniendo únicamente 45’ mas de vida pero sabiendo que íbamos a morir. Eso tampoco me gustó, más conociendo el marcador del partido jugado el domingo entre la Peña Barcelonista Sant Feliu – Sant Just. 0 – 4 ganaba el equipo visitante, y remontó hasta empatar, quedando finalmente 5 – 5.
Después de varios cambios en el descanso, empezamos a jugar con 3 - 5 - 2 , pero el mazazo era demasiado fuerte, creo que en las estadísticas de la segunda mitad no hubo ni una ocasión clara, contra un equipo local bien armado atrás y saliendo a la contra. Contras que acabaron en el 75’ con el quinto gol, y en el 90’ con el sexto.
Pitido final y celebración local. Cosa que me avergonzaba hasta aplaudir a mi hinchada después de lo ocurrido.
Desde aquí quiero felicitar al Casablanca F.C. y en especial a su jugador Jordi Vargas por las palabras de aliento que tuvo con algunos de nosotros, sobre todo conmigo intentando animarnos y entrando al vestuario visitante.
También a la Directiva de nuestro club, que entró en el vestuario para darnos muestras de cariño, y amigos - entrenadores del club como Manolo, que también nos quiso ofrecer palabras de apoyo.
El que no volvió a estar a la altura fue el equipo, aunque se puede comprender por el calentón de algunos jugadores, en los cuales entre caras de desolación se escuchaban discusiones.
Esta será una semana dura y larga hasta el próximo partido en casa el sábado, y en el cual solo nos vale la victoria. Quedan 4 encuentros, y ganando los próximos 3, somos campeones, (2 en casa y 1 fuera).
Pero solamente lo podremos hacer si aprendemos de este palo recibido, y si cerramos filas hacia un objetivo común. Y cerrar filas significa conjurarnos para que esto no se nos escape, ya que ahora no hay tiempo de reacción. Hemos de mantener la calma y sacar el coraje que nos ha de proclamar campeón, demostrar la unión que ha hecho de este vestuario único en todos los años en que llevo de fútbol y que nos ha permitido llegar hasta esta oportunidad.
Ahora es cuando se necesita todas esas virtudes que todos los jugadores de la plantilla pueden aportar dependiendo de sus edades y aptitudes como son experiencia, coraje, ambición, orgullo, calidad, agresividad, calma. Pero se necesita TODO de TODOS para conseguirlo.
Espero de corazón y confío en poner un final feliz a esta historia que comenzó en Septiembre de 2006 ( y no es un error mecanográfico, si, en 2006, cuando empezó esta aventura del Amateur B, entre jugadores que apenas se conocían y grandes amigos, se han convertido en una gran piña)
Ahora solo quiero que llegue el sábado, toda esta semana me sobra.
En esta crónica obviaremos el apartado de Lo mejor y Lo peor.
Saludos y hasta la próxima crónica.
Oscar.
